¡Hola! Una vez, parece ser que apunté mal un teléfono (sigo manteniendo que me lo dieron mal, pero no tengo pruebas) al que necesitaba llamar por una cuestión laboral. Marqué un par de veces y no me respondieron. Saltaba el buzón de voz pero yo no dejaba ningún mensaje, colgaba. La tercera vez que llamé sí dejé mensaje en el buzón: "hola xxxxx, soy Sonia Fornieles, quería comentar contigo la propuesta de ayer porque ya hemos tomado una decisión, dame un toque cuando puedas por favor. Gracias". Lo siguiente que recibí fueron tres notas de voz (por WhatsApp) del número al que yo llamaba y que tenía (mal) agendado con nombre y apellido. Os juro que cualquier película de miedo que hayáis visto no supera a esos mensajes. Los he tenido guardados durante mucho tiempo, ahora ya no (seguro que alguno de mis amigos los conserva porque tienen diógenes de archivos de móvil, afortunadamente en algunos casos). La cosa es que una voz de ultratumba me decía que como no dejara de acosarla me iba a denunciar, que me iba a hacer la vida imposible, que sabía perfectamente quién era yo y dónde estaba. Me bajé del autobús en el que iba (quedaban como cinco paradas para llegar a casa) y todavía no sé cómo recorrí el camino hasta destino completamente en 'shock'. Nunca he vuelto a saber nada más de esa persona, borré el teléfono de la agenda, bloqueé el número y flipé muy fuerte. Deseo de corazón que disfrutes con estos contenidos. Gracias por leer y por compartir. Sonia |
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no groserias