¡Hola! Una vez, en medio de un tremendo desamor, hace muchos muchos años, le escribí un mail a una de mis mejores amigas, mientras lloraba sobre el teclado de mi ordenador de trabajo un sábado por la mañana, prácticamente sola en la oficina. Le hablaba de mi plan sin fisuras de cortar todo contacto con el causante de mi mal de amores, de hacerlo sufrir, de provocar que me echara de menos y volviera a suplicar mi compañía. Mi amiga nunca me contestó, quien sí lo hizo fue mi ex preguntándome por qué le escribía contándole mi plan secreto de reconquista. Deseo de corazón que disfrutes con estos contenidos. Gracias por leer y por compartir. Sonia |
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no groserias