¡Hola! Cuando estaba en la universidad y no conocía a gente a la que quería conocer me inventaba sus nombres. Por ejemplo, en el autobús que me llevaba a la facultad siempre se subía un chico al que yo llamaba Germán. Él iba a mi facultad también, pero no nos conocíamos. Mis amigas y yo nos referíamos a él como Germán. Germán se ha teñido el pelo, Germán está en la cafetería, Germán esto, Germán lo otro... En segundo de carrera a Germán le tocó en mi clase. Con el tiempo fuimos buenos compañeros, incluso amigos. Coincidimos como invitados en alguna boda... Germán es ahora un gran periodista, trabaja en un gran medio de comunicación, ha concedido entrevistas y firmado exclusivas. Llevo 30 años llamando Germán a alguien que no tiene un nombre ni parecido pero... hay cosas que es mejor no tocar. Deseo de corazón que disfrutes con estos contenidos. Gracias por leer y por compartir. Sonia |
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no groserias