¡Hola! Este fin de semana he estado en una boda preciosa, con toda mi familia. Se casaba mi prima. Todo salió perfecto. No hubo altercados, todos disfrutamos y cada vez que nos llega una nueva foto o vídeo del evento volvemos a recordar lo maravillosa que fue la fiesta. ¿Y por qué no iba a ser así?, os preguntaréis. Tengo motivos. En mi boda hubo dos lipotimias, un ataque epiléptico (sí, hubo que hacer la temida pregunta: ¿hay un médico en la sala?) y una ceja partida a consecuencia de una caída. Además de un apagón generalizado en la carpa y una inundación. Voy a tranquilizarme porque el cupo de incidentes lo dejamos cubierto, en abril de 2006, para los próximos 100 años. ¡De nada novios! Deseo de corazón que disfrutes con estos contenidos. Gracias por leer y por compartir. Sonia |
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no groserias