¡Hola! Una vez, hace muchos años me dejaron un libro, una novela de acción de la que no recuerdo el nombre: un niño listísimo es secuestrado por los servicios de inteligencia rusos porque guarda en algún lugar de su cuerpo información crucial para el gobierno. El padre del niño, espía doble, había confiado estos datos a su hijo. Me la leí en el trayecto Almería-Madrid en tren. Si creéis que es poco tiempo significa que nunca habéis ido en tren a Almería (hace 20 años se tardaba aún más). La dueña del libro me pidió extremo cuidado, era un regalo. Perdí el libro. Me lo dejé en el tren. Fui a la estación, hablé con objetos perdidos... nada. El libro era del Círculo de Lectores... estaba descatalogado. Fui a tiendas de segunda mano, a la Cuesta de Moyano, nada... sufrí muchisimo. Como no lo encontré, compré dos novelas, mucho mejores, de Jonh le Carré, presuponiendo que a la dueña del libro le gustaban las historias de espías, y un ramo de flores. Me armé de valor, la llamé y le dije de quedar para vernos y devolverle el libro: - Ah, el libro, era del imbécil de mi ex. Te lo regalo. Deseo de corazón que disfrutes con estos contenidos. Gracias por leer y por compartir. Sonia |
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no groserias