¡Hola! Yo estudié EGB en un colegio de monjas, concretamente en las Adoratrices del Santísimo Sacramento de Almería. En los recreos había una especie de 'puesto' donde se vendían batidos marca 'OK'. Eran muy baratos, no recuerdo el precio, pero me sobraba siempre dinero para comprarme otras cosas igual de saludables al salir. Una compañera de clase, amiga de la infancia, estaba a dieta con frecuencia (debíamos tener 10 u 11 años) y su madre no la dejaba tomarse estos batidos. Ella se traía de casa un huevo cocido con aceite y sal y algo de fruta. A las 'del clan del batido' aquella comida nos parecía de lo más exótica mientras que ella se moría por uno de nuestros batidos. Así que decidimos hacer el trueque. Ella se pondría hasta las cejas de azúcar con nuestros batidos (y algún que otro 'bollycao') y nosotras nos repartiríamos el huevo duro y la fruta. La cosa nos duró meses. Nunca adelgazaba. Os juro que era el intercambio más inocente del que hayáis tenido noticia, o eso pensábamos todas... menos su madre. Cuando se descubrió el pastel 'la obligaban' a comerse sus viandas en clase antes de bajar al patio. Cuando se reunía con nosotras nos pedía chupadas de batido 'OK'... y le dábamos los culitos que le habíamos guardado. Deseo de corazón que disfrutes con estos contenidos. Gracias por leer y por compartir. Sonia |
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no groserias