¡Hola! Se acaba el año, así de repente. Estos doce meses han sido fugaces, sin embargo, ha habido más sonrisas y lágrimas que si juntamos los diez anteriores (igual exagero un poco pero no mucho, eh). He conocido a personas maravillosas, algunas por mi trabajo, otras no; he viajado, he comido en restaurantes riquísimos, he hecho deporte, he tenido un verano bonito, me he querido (y me quiero) bastante, he hecho cosas increíbles y me han salido muy bien, he sido constante, me he reído con mis amigos, he pasado mucho tiempo en familia, estoy (estamos) bien de salud... Y doy gracias por todo ello. No he jugado casi nada al pádel (ese lumbago intermitente me da miedo), he pasado más horas de las que me gustaría preocupada por cosas cuya solución no estaba en mi mano, he hablado con gente maleducada y prepotente, a veces he trabajado para nada, he tenido gastroenteritis, he recibido noticias malas que afectaban a personas buenas, he tenido que decirle a amigas y compañeras que dejábamos de trabajar juntas, me he perdido siguiendo el GPS, he visto series malas... Y doy gracias por todo ello. Lo malo también suma. Despido esta newsletter hasta el 9 de enero, pero antes... os deseo una feliz entrada en 2025 y un año nuevo bonito y tranquilo Ojalá disfrutes con estos contenidos. Gracias por leer y por compartir. Sonia |